La comunicación interna resulta de vital importancia para las empresas porque la estrategia que se aplique en este sentido puede ser clave en los resultados de la organización. Pero existen distintos tipos de comunicación interna en función de la dirección en la que circula el mensaje. ¿Cómo funciona cada uno de ellos y cuáles son los canales de comunicación más adecuados en cada caso?
Los tipos de comunicación interna y externa en una empresa pueden ser muy variados. En el primer caso, que es el que nos ocupa, podemos distinguir principalmente tres modalidades, que van ligadas a la dirección hacia la que se transmite el mensaje.
En este tipo de comunicación interna, el flujo de información se produce de arriba abajo. Surge desde los puestos directivos y desciende hacia los distintos niveles jerárquicos.
Es la categoría de comunicación formal básica. Históricamente es la más utilizada pero hoy en día empieza a perder vigencia.
Su finalidad es informar y dar instrucciones sobre objetivos o políticas de empresa.
Esta variante de comunicación interna en la empresa se da cuando la información se transmite de abajo arriba. Surge, por tanto, en la base de la organización y asciende de nivel hasta llegar a la alta dirección.
Este tipo de comunicación interna es fundamental para el desarrollo del negocio, ya que permite a los empleados plantear ideas y sugerencias.
Cualquiera de los ejemplos de comunicación interna ascendente puede mejorar el clima laboral en una compañía y hasta facilitar la innovación en los procesos pero no es habitual en todas las organizaciones.
La comunicación interna horizontal tiene lugar ‘entre iguales’, es decir, entre empleados de la misma línea jerárquica.
Las empresas no siempre fomentan este tipo de comunicación interna y esto puede ser contraproducente para los intereses de la compañía, ya que su uso es beneficioso para la colaboración y el trabajo en equipo.
Esta variante suele ser más informal, por lo que fomenta relaciones de amistad y compañerismo que contribuyen a mejorar el bienestar laboral.
Son muchos los ejemplos de comunicación interna en una empresa que podemos enumerar, aunque es necesario apuntar que algunos son más apropiados que otros para el tipo de comunicación interna del que estemos hablando.
Es importante añadir que, hoy en día, muchas de las herramientas de comunicación interna que se utilizan son electrónicas. Esto hace que el flujo de información circule de una manera más rápida y que se ahorren costes.
Esa digitalización ha hecho también que sea más complicado diferenciar entre un tipo de comunicación interna y otro, ya que las mismas herramientas podrían servir en prácticamente todos los casos. Por eso, es necesario definir qué canales se utilizan en cada modalidad, así como hacerlo de una forma apropiada. Por ejemplo: utilizar las redes sociales para una comunicación entre iguales puede estar bien, e incluso en la comunicación ascendente ayuda a recibir sugerencias de los empleados, pero utilizar esta vía en la comunicación descendente no siempre se recibe de manera positiva por parte de los trabajadores.
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